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Rubén Castro vuelve y decide ante un Lega que se suicidó

El canario marcó de penalti un 3-2 que deja al Betis 7º. Los regalos defensivos condenaron a los pepineros, que empataron un 2-0.

 

Tenía que ser él en su reestreno con la camiseta del Betis: Rubén Castro Martín, el hombre que le dio el Betis otra victoria de oro para prolongar la alegría de su manita en el derbi, subir seis puestos de una tacada y colocarse séptimo en la tabla a costa de un Leganés que no fue peor que su rival pero se hizo el hara-kiri con tres fallos garrafales defensivos que propiciaron los goles verdiblancos. El tercero, un tan innecesario como alevoso penalti de Amrabat que convirtió en el 3-2 definitivo el delantero canario.
Las bajas en defensa provocaron que Quique Setién (sancionado, el cántabro lo tuvo que ver otra vez desde la grada) pusiera en el campo otra vez un once muy ofensivo, en busca del intercambio de golpes, pero en este caso contra un rival presumiblemente disminuido y habitualmente defensivo: Garitano mezclaba titulares y suplentes para dejar fuera del once a su máximo goleador, Gabriel, y de la lista a El Zhar, que había logrado el tanto del último triunfo ante la Real.

Buscaba más la portería rival el Betis, dominador en el inicio aunque sin la profundidad necesaria para crear peligro hasta que el Leganés se hizo un doble hara-kiri. A los 20', Sergio León le robó la cartera a Mauro dos Santos y el rechace de Cuéllar en el mano a mano lo remachó Tello (1-0). A los 40' y ya sin Mauro (lesionado en la jugada del primer gol) sobre el campo, los centrales pepineros volvían a despistarse completamente en un balón largo de Adán que Joaquín, con un carrerón impropio de sus 36 años, convertía en el 2-0. 


Antes, en medio y después de los dos goles béticos el Leganés había disfrutado de llegadas aisladas pero peligrosas. Un escorado mano a mano de un activo Amrabat que el marroquí lanzó desviado y un tiro a bocajarro de Brasanac, cedido por el Betis en el Lega y sin cláusula del miedo, que detuvo Adán milagrosamente. En la menos clara y casi cuando se enfilaba el descanso, Gumbau lanzaba un pepinazo (2-1, 45') que se coló tras dar en el palo por dentro. Suspense para la segunda mitad.


Y más suspense nada más salir del vestuario cuando Eraso volvía a poner una prueba seria a Adán. El Betis volvía a tomar el dominio de la pelota y rondaba el área del Leganés, que esperaba su ocasión y esta vez sí resolvió con efectividad en un mano a mano: pase entre líneas de Amrabat y Eraso que empataba tras recoger su propio rechace ante Adán.





Quedaban 20 minutos y el Betis parecía aturdido cuando saltó al campo la esperanza verdiblanca de estos últimos siete años, recién regresada de China, Rubén. Amrabat levantó tontamente la mano dentro del área y el penalti lo convirtió el delantero canario en el definitivo 3-2 (84’), un tanto que le deja con 77 goles de Primera y apenas uno de Hipólito Rincón en el récord de anotadores béticos en la máxima categoría. Volvió Rubén, volvió el gol vestido de verdiblanco.

 

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