El monje negro
Girolamo Savonarola, llamado el monje negro, nació en Ferrara, Italia, el 21 de septiembre de 1452 y falleció en Florencia el 23 de mayo de 1498.
Fue un religioso dominico,
confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de MƩdici, organizador de
las cƩlebres hogueras de vanidad (o "quema de vanidades") donde los
florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y sus
cosmƩticos, ademƔs de libros que Ʃl consideraba licenciosos, como los de
Giovanni Boccaccio. Predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de
los poderosos y la Iglesia, contra la bĆŗsqueda de la gloria y contra la
homosexualidad, entonces llamada sodomĆa, que Ć©l sospechaba que estaba en toda la sociedad de Florencia, donde Ć©l vivió.

Fue el tercero de los siete
hijos del comerciante Nicoló di Michele dalla Savonarola y de Elena
Bonacolsi, descendiente de la noble familia de los Bonacolsi, que fueron
señores feudales de Mantua. Según costumbre de las familias acomodadas,
Ʃstos entregaron a varios de sus hijos a la iglesia para que se
educaran y fueran sacerdotes.
El abuelo, Michele (1385 -
1468), era doctor y autor famoso en Medicina, médico del marqués Niccolò
III de Este y de los gobernantes ferrarenses. Era un hombre
profundamente religioso, estudioso de la Biblia, de costumbres sencillas
y terminantes. En su vejez escribió folletos, como De laudibus Iohanni Baptistae,
los cuales, junto con su educación y su estilo de vida, fueron muy
importantes en la formación de Girolamo. Se encargó de su primera
educación enseñÔndole gramÔtica, música y, mÔs tarde, dibujo.
De los hermanos mayores,
Ognibene y Bartolomeo, no se tienen noticias, mientras que de los otros
hermanos, Maurelio, Alberto, Beatrice y Chiara, se sabe solamente que
Alberto era mƩdico y Maurelio era fraile dominico, igual que Girolamo.
Girolamo Savonarola fue prior de
un convento en Florencia donde habĆa llegado gracias a su fama como
predicador y a la influencia de personajes como Pico della Mirandola y
Lorenzo de Médicis. Desde allà se empeñó en la reforma de la vida
monÔstica, criticando la corrupción moral del clero renacentista.
Sus exaltados sermones atacaban
con igual contundencia a la jerarquĆa eclesiĆ”stica, al papa, a la
aristocracia y a las autoridades polĆticas, despertando la indignación
revolucionaria de las masas. Cuando la invasión francesa de Toscana puso
en peligro el poder de los Médicis, Savonarola contribuyó a expulsarlos
de la ciudad mediante una revolución popular e intentó que los
franceses continuaran su avance contra Roma (1494).
En Florencia se instauró un
rƩgimen republicano mixto, con elementos democrƔticos y teocrƔticos
(Jesucristo fue proclamado rey); el propio Savonarola controlaba el
poder y lo empleaba para imponer rigor moral extremo. El papa Alejandro
VI, blanco de los ataques de Savonarola, le excomulgó en 1497.
En febrero de 1498, Savonarola
volvió a subir al pĆŗlpito de Santa MarĆa del Fiore (Catedral de
Florencia) para demostrar antes que nada la invalidez de aquella
excomunión, y arremetió con mayor violencia contra la corte de Roma y el
Papa. En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución.
Durante cuarenta y dos dĆas se
le somete a tortura, asĆ como a sus partidarios. Al cabo Savonarola
firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los
torturadores habĆan dejado intacto para que pudiese hacerlo.

El dĆa fijado para su ejecución fue llevado hasta la Plaza della Signoria junto con sus fieles seguidores, Fray Silvestro de Pescia y Fray Domenico. A los tres se les quitó la ropa, fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular. Un testigo cuenta en su diario que el fraile tardó en quemarse varias horas. Los restos fueron sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que se redujeran a cenizas y sus partidarios no los trataran como reliquias. Cuando quedaron reducidos a cenizas, fueron arrojadas al rĆo Arno, al lado del Ponte Vecchio
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