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Resumen de la primera semana de la Champions League [ Videos ]


El Tottenham saca su raza ante la Juventus


Juventus, 2- Tottenham, 2
  • El conjunto inglés toma ventaja en la eliminatoria tras igualar en Turín el temprano doblete de Higuaín, que también falló un penalti
El Tottenham saca su raza ante la Juventus
El Tottenham igualó un 0-2 este martes en el campo del Juventus en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y logró un empate 2-2 pese a recibir un doblete del argentino Gonzalo Higuaín, lo que deja la eliminatoria en ventaja para los londinenses con vistas a la vuelta de Wembley.
El Juventus estuvo por delante 2-0 gracias a un gran arranque de Higuaín, pero tras recibir el 1-2 del inglés Harry Kane, falló una pena máxima con el propio ‘Pipita’ y terminó castigado en la reanudación por una falta directa del danés Christian Eriksen.
Kane y Eriksen permiten a los ‘Spurs’ disponer de cierta ventaja con vistar a la vuelta de Wembley
Demostró carácter el Tottenham del técnico argentino Mauricio Pochettino, que logró endosarle dos goles a domicilio a un Juventus que solo había concedido una diana en los últimos 16 partidos, entre todas las competiciones.
Los dos equipos llegaban en gran estado de forma a la cita del Juventus Stadium, con los turineses que llevaban once victorias consecutivas y el Tottenham que solo había perdido un encuentro desde el pasado mes de noviembre.
A la mayor experiencia del Juventus, que disputó dos finales de la Liga de Campeones en los últimos tres años, el Tottenham oponía sus grandes resultados logrados en la fase de grupos, en la que pasó como primero, por delante del vigente campeón de Europa, el Real Madrid.
Higuaín marcó dos goles en los primeros nueve minutos 
El técnico del Juventus, Massimiliano Allegri consideró en la rueda de prensa previa al duelo que su equipo necesitaría disputar un duelo de alto nivel técnico para prevaler ante un rival muy fuerte físicamente. Por ello, apostó por la calidad del bosnio Miralem Pjanic, el brasileño Douglas Costa y el italiano Federico Bernardeschi, todos en el campo desde el primer minuto; fue una decisión que le dio dividendos en fase ofensiva, pero que le pasó factura en defensa.
Tras apenas 120 segundos de juego, Pjanic lanzó a Higuaín y el ‘Pipita’ definió con una gran volea cruzada de pierna derecha que sorprendió al guardameta del Tottenham, el francés Hugo Lloris, y que subía el 1-0 al marcador.
Apenas siete minutos después, Bernardeschi fue derribado en el área por el galés Ben Davies e Higuaín selló su doblete con disparo cruzado que desataba la euforia del Juventus Stadium.
Los turineses presionaron con gran agresividad en los primeros 20 minutos, pero poco a poco bajaron su posición, lo que aprovechó el Tottenham para coger confianza y gestionar el balón con más personalidad.
La Juve perdonó el 3-1 desde los once metros y Buffon falló en el 2-2
Kane perdonó su primera ocasión, en el 26, cuando su cabezazo tras un centro del danés Cristian Eriksen fue parado por el portero Gianluigi Buffon, pero fue contundente en su segunda oportunidad, en la que regateó al meta y definió con la pierna izquierda para reabrir el duelo en el 35 (1-2).
El encuentro tuvo un momento decisivo en el último minuto de la primera mitad, cuando Higuaín desperdició una pena máxima conseguida por Douglas Costa: lo intentó con un violento disparo central que se estrelló contra el larguero y que dejó el encuentro en equilibrio. Ese fallo mantuvo al Tottenham en el partido y generó un poco de nerviosismo en los turineses, que terminaron castigados en la reanudación.
Pese a rozar de nuevo el gol en el 59 con un disparo de Bernardeschi parado por Lloris, el Juventus empezó a sufrir mucho la presión del Tottenham, que consiguió la igualada en el 72 gracias a una falta directa transformada por Eriksen.
Harry Kane redujo distantes antes del descanso 
El internacional danés, un especialista de los golpes francos, disparó desde los 18 metros y sorprendió a un no impecable Buffon por el primer poste, lo que completaba la remontada del conjunto londinense.
El 2-2 dejó tocado a un Juventus que terminó cubriéndose con la entrada del centrocampista Stefano Sturaro por el croata Mario Mandzukic y el uruguayo Rodrigo Bentancur para contener los ataques de un Tottenham regenerado.
En el tramo final fueron los ingleses quienes gestionaron la posesión del balón ante unos turineses en los que prevalió el miedo a perder con respecto a la ambición de conseguir el triunfo. Así, los ingleses lograron salir vivos de una visita a Turín que había empezado de la peor manera y se jugarán el pase a los cuartos de final en Wembley, donde les bastará un empate 0-0 o 1-1 para continuar su aventura en esta Liga de Campeones.
Ficha técnica Juventus, 2 - Tottenham, 2
Juventus: Buffon; De Sciglio, Benatia, Chiellini, Álex Sandro; Khedira (Bentancur, m.66), Pjanic; Bernardeschi, Douglas Costa (Asamoah, m.92), Mandzukic (Sturaro, m.76), Higuaín.
Tottenham: Lloris; Aurier, Sánchez, Vertonghen, Davies; Dembele, Eriksen (Wanyama, m.91), Dier; Lamela (Lucas, m.88), Alli (Son, m.84), Kane.
Goles: 1-0, m.2: Higuaín; 2-0, m.9: Higuaín (pen.); 2-1, m.35: Kane; 2-2, m.71: Eriksen.
Árbitro: Felix Brych (ALE). Mostró cartulina amarilla a los locales Benatia (m.45), Higuaín (m.59) y Bentancur (m.80) y a los visitantes Davies (m.8) y Aurier (m.47).
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Juventus Stadium de Turín (norte de Italia) ante cerca de 41.000 espectadores.



 El Manchester City se pasea por Basilea y sentencia la eliminatoria 













El Manchester City se pasea por Basilea y sentencia la eliminatoria


La Champions League está de vuelta y con ella el Manchester City, uno de los grandes aspirantes esta temporada al título. Por si todavía quedaba alguien en la faz de la tierra que dudara de su firme candidatura, los de Guardiola se encargaron de convencer a esos pocos escépticos con una goleada de escándalo en Basilea (0-4).
La ciudad suiza, acostumbrada a disfrutar de las exhibiciones de su excelentísimo Roger Federer, tuvo que resignarse ante la superioridad del conjunto inglés, que no necesitó de su mejor fútbol para dejar sentenciada la eliminatoria de octavos de final ya en el partido de ida. No tuvo tiempo ni de intentarlo, pues su letal pegada le adelantó por la derecha para liquidar el encuentro en apenas 22 minutos de juego. Salvo que se produzca un milagro, los goles de Gundogan -por partida doble-, de Bernardo Silva y del ‘Kun’ Agüero permiten al City preocuparse ya por el rival que tendrá en cuartos.
El City no necesitó su mejor fútbol para doblegar a su rival, pues le bastó con su pegada arriba
Desde el comienzo quedó patente el guión que tendría el encuentro. Ya lo avanzó en la rueda de prensa previa el técnico local Raphael Wicky que sería prácticamente imposible que su equipo pudiera discutirle el balón a los Citizens. Ante esa coyuntura los helvéticos se metieron atrás a rezar y a correr cuando hubiera opciones de contragolpe. La zaga del City ayudó a que eso sucediera, aunque la falta de acierto de Stocker y Oberlin quedaron en nada a causa de sus imprecisiones. Especialmente activo estuvo este último durante todo el partido, provocando incluso un posible penalti cometido por Otamendi que Jonas Eriksson no señaló.
El City, dominante arriba pero despistado atrás, se percató que para evitar sustos lo mejor era tomar ventaja, y si podía ser, poner tierra de por medio cuanto antes. En un abrir y cerrar de ojos, el Basilea vio cómo de estar cerca de gol pasaba a recoger hasta tres veces el balón del fondo de las redes. Gundogan fue el encargado de inaugurar el marcador en el St. Jacob-Park con un gran testarazo en el primer palo tras la salida de un córner. Un tanto que tranquilizaba a Guardiola, más preocupado por su retaguardia que por la fiabilidad de su equipo arriba.
Vaclik nada pudo hacer en el gol de Gundogan 
En el minuto 18, un centro de Sterling desde la izquierda terminó a los pies de Bernardo Silva, que tuvo tiempo de controlar antes de fusilar a Vaclik, algo endeble en el intento de parada. Sin tiempo para despertarse de esa pesadilla, los hinchas de Basilea sufrieron entonces a Agüero. El argentino, con un sensacional disparo lejano ajustado al palo, establecía un 0-3 ya insalvable.
El partido había terminado antes de tiempo por desgracia para los helvéticos, que si ya de por sí contaban con pocas posibilidades de clasificarse, estas se esfumaron en el ecuador del primer tiempo. Pese a ello, no perideron la cara al encuentro, aunque cierto es que el City no le hizo falta poner la quinta marcha en ningún momento.
Gundogan, por partida doble, Bernardo Silva y Agüero fueron los autores de los goles del City
En la reanudación, Gundogan volvió a ser protagonista con un nuevo gol de bella factura, esta vez con la derecha tras dar muestras de su gran calidad con un regate previo. El centrocampista alemán parece haber enterrado definitivamente sus eternos problemas físicos y es una pieza de rotación excelente para Guardiola, que mantiene a toda su plantilla enchufada antes de que llegue el momento decisivo del curso.
A partir de ese cuarto gol, apareció la versión más apática del City, desorganizado en algunos momentos producto de la enorme ventaja favorable. Fue entonces cuando pudo verse al mejor Basilea, que dejó una imagen más digna que lo que el resultado indica. Oberlin lo intentó de todas las maneras, pero el explosivo delantero de 20 años se marchó de vacío, un jugador con un potencial tremendo pero que necesita afinar la puntería.
Gundogan fue el hombre clave de Guardiola 
Llegó el momento entonces para que el técnico catalán diera descanso a algunas de sus piezas con más carga de minutos, como Sterling o De Bruyne. Sané y David Silva, que volvían de lesiones fueron sus sustitutos. Tuvo tiempo incluso Guardiola de hacer alguna de sus probaturas que tanto le gustan al situar en la recta final del encuentro a Danilo como interior zurdo. Un lujo que se tomó pero que ya no tuvo ningún tipo de efecto en la paseada placentera del City por Suiza.
Ficha técnica Basilea, 0 - Manchester City, 4
Basilea: Vaclik; Lacroix, Xhaka, Suchy; Lang, Frei, Die, Riveros; Elyounoussi (Bua, m.85), Stocker (Ajeti, m.71) y Oberlin.
Manchester City: Ederson; Walker, Kompany, Otamendi, Delph; Fernandinho, Gündogan; De Bruyne (David Silva, m.62), Sterling (Sané, m.57), Bernardo Silva: y Agüero (Danilo, m.85).
Goles: 0-1, m.13: Gündogan. 0-2, m.17: Bernardo Silva. 0-3, m.22: Agüero. 0-4, m.53: Gündogan.
Árbitro: Jonas Eriksson (SWE). Amonestó a Xhaka (m.38) y Die (m.89), del Basilea; y a Fernandinho (m.59) y Gündogan (m.89), del Manchester City.
Incidencias: partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio St. Jakob-Park de Basilea (Suiza).





Al Liverpool también le sobra la vuelta

Al Liverpool también le sobra la vuelta

Un Liverpool imparable, con un trío de atacantes inspirado y un hat trick del senegalés Sadio Mané, pasó este miércoles como una apisonadora por encima del Oporto (0-5) en Do Dragão y dejó sentenciada la eliminatoria de octavos de final de la Champions ya en el partido de ida, quedando la vuelta en Anfield como una cita intrascedente.
En un escenario con siete trofeos de campeón de Europa sobre el césped -cinco del Liverpool y dos del Oporto-, la superioridad del equipo de Anfield fue más que evidente y quedó plasmada en el marcador, con tres goles de Mané y otros dos del egipcio Salah y del brasileño Firmino.
El trío atacante del Liverpool decidió la eliminatoria
A pesar de que los dragones dominaron el primer cuarto de hora, el Liverpool consiguió imponer su poderío en ataque y una vez que abrió el marcador, acabó con las posibilidades del Oporto, que contó con un José Sá poco inspirado en la portería.
El Oporto arrancó el partido con novedades en el once, la vuelta del central español Iván Marcano tras varias semanas lesionado y la titularidad del brasileño Otávio ante la ausencia del camerunés Vincent Aboubakar, también por problemas físicos. Al otro lado, el Liverpool apostó todo a su trío atacante, lo que acabó siendo un acierto.
Bajo una intensa lluvia, los locales empezaron bien, buscando la portería contraria a base de contragolpes, y estuvieron a punto de abrir el marcador a los 9 minutos con un tiro de Otávio que golpeó en un rival y salió rozando el larguero. Sin embargo, los pupilos del alemán Jürgen Klopp se fueron creciendo y empezaron a rondar la portería de José Sá y a ponerle en aprietos. Los frutos llegarían en el minuto 25.
La celebración de Firmino 
El holandés Wijnaldum insistió por el centro y, tras ver su remate bloqueado, le dio el balón a Mané en la izquierda, que remató con el pie derecho. José Sá no estuvo fino y la pelota le pasó por debajo del cuerpo y tocó las redes. El tanto fue como un mazazo para el Oporto, que cedió la iniciativa a los ingleses, que tardaron sólo cuatro minutos en asestar un nuevo golpe.
Cuando los dragones estaban ocupados protestando una falta sobre Marega, el inglés Milner se sacó un fuerte remate que dio al poste. El balón le cayó a Salah que, en cuatro toques y quitándose de encima a un contrario, hizo el segundo ante un José Sá otra vez poco acertado. El egipcio dio así una muestra más de su buen estado de forma esta temporada, en la que ya suma 30 goles en todas las competiciones.
A pesar de la desventaja en el marcador y de que bajó el ritmo, el conjunto de Sérgio Conceição estuvo cerca de recortar distancias casi al filo del descanso con un remate raso del brasileño Tiquinho Soares que salió por un lado de la portería, pero los “reds” pusieron fin al sueño de la remontada en el segundo tiempo.
El portero del Oporto no tuvo su noche
En el 53, Salah avanzó por la derecha y le dejó la pelota a Firmino, que vio la oportunidad y disparó, aunque su remate fue rechazado por el guardameta blanquiazul. El rechace le cayó a Mané, que no falló y superó a José Sá con facilidad para hacer el tercero. A pesar de la abultada ventaja, el Liverpool seguía con hambre y no ralentizó el ritmo.
En el 70, aprovechando una pérdida de balón del mexicano Jesús Corona, que había salido en la segunda parte, Milner le puso un centro desde la izquierda a Firmino para que, con total tranquilidad, lo enviase a las redes fuera del alcance del portero y de Marcano. Y en el 86, los de Anfield volvieron a ver portería con un “hat trick” de Mané.
Ings dio al balón a Mané en la zona central y el senegalés remató fuerte para superar a José Sá, que a pesar de haber conseguido arrebatarle la titularidad a Iker Casillas esta temporada, tuvo una noche negra. Con una contundente victoria en el bolsillo, los reds vuelven a Liverpool con la eliminatoria solucionada y dejan al Oporto prácticamente fuera de la competición.
Ficha técnica
 

 

Cristiano y los cambios devuelven a la vida al Madrid
  • Dos goles del portugués y otro de Marcelo permiten a los blancos remontar ante el PSG y tomar ventaja en la eliminatoria
Cristiano y los cambios devuelven a la vida al Madrid
Son innumerables las vidas que tiene el Real Madrid cuando se viste de gala para disputar la Champions. Poco importa que la temporada esté siendo desastrosa, que Zidane no sepa dar con la tecla o que Cristiano Ronaldo esté gafado de cara a puerta. Cuando suena el himno de la máxima competición continental el hombre de blanco se transforma en bestia, con el portugués en su versión más determinante. Un flechazo inevitable.
Dos goles de Cristiano y uno de Marcelo permitieron a los blancos remontar y superar al todopoderoso PSG en el Santiago Bernabeu. El tanto inicial de Rabiot quedó reducido a poco tras un penalti inexistente a favor de los blancos y una serie de cambios desde ambos banquillos que dejó a Zidane como claro vencedor y a Emery otra vez como el gran señalado. La entrada de Lucas y sobre todo Asensio revolucionó al equipo ante un rival fatigado al que le costó demasiado replegarse y ser solidario atrás teniendo en cuenta la importancia de los últimos minutos. Dos chispazos finales cambian completamente la cara a la eliminatoria de octavos de final, muy favorable ahora para el ave fénix blanco.
Cuando suena el himno de la Champions, el hombre de blanco se transforma en bestia, con Cristiano en su versión más determinante. Un flechazo inevitable
El Día de San Valentín estaba marcado en el calendario de los dos conjuntos desde que se realizó el sorteo. Los dos tenían mucho que perder, puesto que en pleno mes de febrero la temporada ya será tachada de fracaso para uno u otro. A los blancos sólo les queda agarrarse a su competición fetiche, la más enamoradiza que existe, al estar fuera de combate en Liga y Copa. No es el caso del conjunto parisino, al que se le exige triunfar cómodamente en Francia y dar el salto de calidad definitivo en Europa, sobre todo después del batacazo de la temporada pasada contra el Barça. Por tanto, el primer asalto de la eliminatoria era ya vital.
Zidane entendió que con la falta de un referente como ancla en el centro del campo del PSG -el reconvertido Lo Celso ocupó el puesto de pivote defensivo-, lo mejor era apostar por Isco y dejar a Bale en el banquillo. Volvió el técnico francés a los orígenes que condujeron al Madrid a la Duodécima, quizá también con el deseo de que el equipo se contagiara de ese espíritu competitivo que siempre saca en la Champions. Y así fue desde el pitido inicial. Los blancos salieron muy enchufados, yendo a la presión para excitar a sus hinchas y que se convirtieran en el jugador número 12. El objetivo no era otro que intimidar al PSG, que los de Emery notaran el aliento de su rival en el cogote.
El PSG  golpeó primero en el Bernabeu 
Se veía al Madrid más reconocible en este tipo de citas, ese equipo hambriento y agresivo que le convierte en intimidador. Dominante, con su salida en tromba embotelló a los franceses en los primeros minutos. Los disparos de Kroos y Cristiano ejemplificaban el ritmo frenético que vivía el encuentro, sólo interrumpido por la atención de los médicos a Marcelo tras un fuerte encontronazo con su compatriota Dani Alves .
La presión de los de Concha Espina en la salida del balón no precipitaba al PSG a la hora de rifar la pelota, pero sí dificultaba su circulación por dentro. Ni Verratti ni Lo Celso -muy flojo el rosarino en su primer examen de exigencia en una posición hasta hace poco desconocida para él-, ayudaban a la defensa a conectar con los de arriba. Así que el conjunto parisino intentó ser más vertical para poder generar peligro, con Neymar y Mbappé buscando constantemente la espalda de la zaga blanca. Especialmente acertado estuvo en sus acciones el brasileño en la que muchos sitúan como su futura casa, mareando a Nacho y a todo oponente que se le cruzaba por delante. Sin embargo, al futbolista de los 222 millones le faltó concreción en los últimos metros, algo que su equipo al final echó de menos.
Cristiano igualó el tanto de Rabiot de penalti inexistente antes del descanso
De una ocasión desperdiciada por el ex del Barça llegó la más clara de los blancos del primer tiempo en un contragolpe. Un pase sensacional de Marcelo al espacio pilló desprevenida a la defensa gala. Cristiano se quedó solo ante Areola, pero falló una de esas ocasiones que no acostumbra. El rostro del guardameta evitó que el Bernabeu cantara el gol.
Se veía al PSG incómodo ante la autoridad que transmitía su rival, pero tener dinamita arriba permite cambiar el guión de un encuentro en cuestión de segundos. Una jugada por la banda de Mbappé terminó en un centro a la frontal del área. Cavani dejó pasar inteligentemente el balón para Neymar, pero tras un rechace quedó suelto para Rabiot, que llegaba completamente libre de marca. Un caramelo demasiado apetecible como para desaprovecharlo y que sirvió a los parisinos para ponerse por delante en el marcador.
El tanto de Marcelo vale su peso en oro 
Empezaban entonces los temblores en el Madrid. De nada habían servido los buenos minutos hasta el momento; era el PSG el que había sacado petróleo en una de sus pocas ocasiones. Sin embargo, cuando parecía que con el 0-1 moría el primer tiempo, Kroos provocó un penalti más que dudoso por un mínimo agarrón de Lo Celso. Rocchi no dudó en señalar la pena máxima. Tampoco dudó Cristiano, que sacó el fusil para empatar y anotar su gol número 100 en la máxima competición continental.
Ese gol supuso una bocanada de aire fresco antes del entretiempo, pero era un resultado que de poco servía en el cómputo global de la eliminatoria. Tras la reanudación, el Madrid pareció salir más entero. La aparición de Isco mucho contribuyó a que así fuera. Sin embargo, con el paso de los minutos el PSG inclinó la balanza de su lado. El cambio defensivo de Meunier por Cavani obligó a Mbappé a situarse en ataque y a Alves a adelantar su posición a la de extremo. Con esta disposición llegaría el dominio visitante y varios acercamientos peligrosos. Rabiot y Kimpembe, que sentó a Thiago Silva, gozaron de las mejores, pero Sergio Ramos, primero con el brazo y después con un corte providencial, evitaron el 1-2.
La entrada de Asensio revolucionó al Madrid ante un rival fatigado al que le costó demasiado replegarse teniendo en cuenta la importancia de los últimos minutos
Sin embargo, ese intento de agrandarse temrinó siendo contraproducente cuando apareció el bajón físico. Replegarse costaba cada vez más y el Madrid supo sacar provecho de ello con sus hombres de refresco (Bale, Lucas y Asensio). A la contra sentenció el choque en un par de minutos, primero Cristiano, de rebote, tras una sensacional jugada de Asensio por la banda. El español fue clave también en el tanto de Marcelo, afortunado al terminar su disparo siendo desviado por un defensa rival que despistó a Areola. Un tanto muy doloroso para los parisinos, que a punto estuvieron de reducir distancias pero el último disparo de Neymar salió alto.
El 3-1 vale su peso en oro de cara el partido de vuelta en el Parque de los Príncipes. Asimismo, permite al Madrid reconciliarse ante los suyos dejando un claro mensaje: en Europa los petrodólares no mandan. Al menos de momento.


 



























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