El resumen de la segunda semana de la Champions league [ Videos ]

Messi alivia al Barça en ‘The Bridge’

Inolvidables los silbidos de los soldados británicos comandados por el Coronel Nicholson construyendo el puente sobre el río Kwai. En Londres, otro puente, el de Stamford, lo cruzó el Barça con Messi marcando el paso como hacía Alec Guinness. El argentino evitó un nuevo desastre ante el Chelsea, marcó su primer gol a los blues y permitió a su equipo recuperar la iniciativa en su durísimo camino hacia cuartos.
Nadie dijo que iba a ser fácil para el Barça, embalado a nivel doméstico pero esperando su primer examen de verdad en Europa. Y llegó en Londres, ante un rival incómodo y muy peligroso. Pero el proyecto de Valverde parece cada vez más sólido, incluso en los peores momentos, como tras el gol de Willian, reforzado el técnico tras el exigente ejercicio de Stamford Bridge.

El Barça tardó en entrar en juego ante la electricidad del juego del Chelsea

Educado futbolísticamente en la Juventus de Lippi, Conte tenía muy claro cómo quería jugarle al Barça. Le importaba poco tener la posesión del balón, pero mucho qué hacer cuando su equipo la tuviera. No le faltará trabajo en el mundo del espectáculo al técnico italiano el día que decida retirarse, debe envejecer dos o tres años en cada partido con tanto grito y tanto gesto.
Tardó el Barça en aterrizar en ‘The Bridge’. Como un soldado cuando llega al campo de batalla, necesitó unos minutos para otear y definir los peligros. El mayor de ellos fue la velocidad con la que los futbolistas del Chelsea enlazaban las jugadas a la contra y se plantaban en el área azulgrana en un abrir y cerrar de ojos. Bien lo sabía la afición blue, que estalló, nada más pitar Çakir, con la primera cabalgada de Willian.

 

Paulinho fue el elegido por Valverde para completar el once, escorado a la derecha el brasileño para dejar a Rakitic como acompañante de Busquets, una de las fórmulas del éxito de la temporada azulgrana. Pero el huracán blue de los primeros minutos continuaba al ritmo que marcaba un excelso Hazard, un futbolista que parece llamar a las puertas del Olimpo cada vez que el balón descuelga el teléfono.
A los diez minutos, Messi lanzó el primer aviso. Un slalom que silenció por segundos a Stamford Bridge. El soldado ya sabía de dónde venían los tiros y podía competir en igualdad de condiciones. El Barça empezó a imponerse ante un Chelsea al que poco le importaba ser dominado por momentos hasta la extenuación. Un dominio al que le faltó algo de profundidad.

El Chelsea pese a renunciar al balón siempre buscó la portería de Ter Stegen

La sensación es que Conte se apuntaba a la teoría mourinhista de que empatar sin goles en la ida de una eliminatoria en casa es un gran resultado. Eso sí, la ambición del italiano fue muchísimo mayor que la que habitualmente muestra el portugués, con un Chelsea que renunciaba al balón pero en ningún momento a atacar.
El punto de mira de la cabeza de Paulinho pudo cambiar el partido, pero su remate se marchó desviado. También el de Piqué, tras un córner. Vivía el Barça sus mejores momentos. Le tocaba disparar y al Chelsea esconderse en la trinchera. Pero no obtuvo botín y empezó a llegar el silbido de las balas desde el otro lado.

 

Disparaba Willian, que se topo dos veces en el poste de Ter stegen. Una con el derecho y otra con el izquierdo. Si hubiera tenido un saco de boxeo delante, Conte lo hubiera triturado. No le importó el descanso al Barça, que estaba a punto de necesitar un tiempo muerto.
No marcar en Londres era un escenario muy peligroso para los azulgranas de cara a la vuelta en el Camp Nou. Cualquier argumento era válido para encontrar el camino del gol, incluso el esotérico, como atacar en la segunda mitad en la portería del Iniestazo . A eso se agarró el propio protagonista de la gesta en 2009, autor del primer disparo del segundo tiempo. Le siguió Suárez, que cruzó demasiado el balón. Había empezado bien el Barça, con Courtois entre ceja y ceja.

Willian acertó a la tercera y puso al Barça contra las cuerdas

Messi dio un paso atrás para colaborar en la creación, ayuda impagable la suya a la hora de superar la primera línea de presión de los ingleses. Estaba de nuevo ante su bestia negra la Pulga, el equipo que le hizo llorar tras fallar un penalti. Y esas cosas, el argentino las apunta en su libreta imaginaria.
Dominaba el Barça, pero seguía sin renunciar a nada el Chelsea, uno de esos rivales ante los que cada despiste se paga muy caro. Bien aleccionados están sus futbolistas por Conte. Fallaron los azulgranas en la marca en un córner y Willian, a la tercera, acertó desde la frontal. Estalló ‘The Bridge’, consciente de estar viviendo el mejor escenario posible, de haber dado el primer paso hacia cuartos.

 

No se lo creía Valverde, desesperado en la banda, que no varió sus planes y, desdibujado Paulinho, puso en liza a Aleix Vidal en pos del empate. El fantasma del Chelsea se había puesto de nuevo la sábana y el Barça gritaba de miedo. Todo el buen trabajo del año parecía venirse abajo, capaz la Champions de tumbar hasta el árbol más sólido.
El gol no hizo sino acentuar el guión del partido, más volcado que nunca el Barça con espacios cada vez más grandes a su espalda. Horroroso el marcador para los intereses azulgranas, de nuevo abocados a una gesta en el Camp Nou. Inexplicable su sequía a domicilio en Europa, camino de los peores registros de la historia.

Messi tenía una cuenta pendiente con el Chelsea y no desaprovechó su ocasión

Pero en la libreta imaginaria de Messi seguía el nombre del Chelsea en negrita, esperando esa página a ser arrancada. Falló Christensen en la salida del Chelsea, robó Iniesta y su pase lo remató Leo a la red. Se acababa otra de las rachas inexplicables y recuperaba la sonrisa el Barça, con la sensación de haber evitado un desastre monumental. Le queda el último paso, que lo podrá dar en el Camp Nou, donde no debe olvidar que también habitan algunos fantasmas blues.

 

El Bayern pasa la apisonadora y pone un pie en cuartos

 

 

El Bayern goleó por 5-0 al Besiktas de Estambul, con dobletes de Thomas Müller y Robert Lewandowski y un tanto de Kingsley Coman, puso un pie en cuartos de final de la Liga de Campeones y puede afrontar el partido de vuelta con cierta tranquilidad. La goleada se concretó en el segundo tiempo, después de que el Besiktas jugó una buena primera parte pese a quedarse con diez hombres por la expulsión de Vida en el minuto 15.
El partido tuvo un arranque intenso, con un Besiktas decidido a ofrecer resistencia al Bayern tratando de bloquear la salida del balón del equipo alemán con una presión adelantada. El Bayern tuvo más llegada y la primera clara fue en el minuto 6 con un cabezazo de Müller a centro de David Alaba desde la izquierda, pero el equipo turco logró en el primer cuarto de hora convertir el encuentro en una cuestión de nervios y los bávaros no lograron ejercer un dominio claro.

La expulsión de Vida con roja directa cambió el partido

Las cosas cambiaron con la expulsión de Vida con roja directa, por derribar a Lewandowski cuando el polaco estaba a punto de entrar al área con el camino hacia la portería completamente despejado. A partir de ese momento, la superioridad bávara en lo relativo a la posesión del balón y al dominio territorial se hizo más clara, pro la primera ocasión la tuvo el Besiktas en un contragolpe de Vagner Love en el minuto 19.
El Bayern avisó en el minuto 30 con una llegada de Alaba, cuyo remate dentro del área fue bloqueado por un defensa y a los pocos segundos con un cabezazo a quemarropa de Mats Hummels ante el que Fabri reaccionó con una buena parada. En el 43 llegó el primer gol, obra de Müller tras una jugada que inició Kingsley Coman con un desborde por la banda derecha y un centro que terminó en los pies del capitán bávaro, que marcó dentro del área pequeña.

 

La ventaja pareció darle confianza al Bayern, que en la segunda parte empezó a manejar el partido a placer ante un Besiktas que, a diferencia de lo que había ocurrido durante el primer tiempo, no inquietó mucho al conjunto alemán. El Bayern hacía circular el balón ante un Besiktas que procuraba cerrar su área.
El segundo gol llegó en el minuto 53 con un remate de Coman desde el centro del área aprovechando un centro de Robert Lewandowski desde la derecha. En el 66 Müller aumentó la cuenta con un disparo con la pierna derecha a centro de Joshua Kimmich. Con el segundo gol de Müller el partido quedó sentenciado y ya antes, con la salida de Vagner Love por Tosic para reforzar la defensa, el entrenador del Besiktas, Señol Günes, había optado por intentar limitar los daños. El panorama, sin embargo, empeoró para los turcos.
Lewandowki no estaba dispuesto a pasar la noche en blanco y marcó el cuarto gol del Bayern en el minuto 79, aprovechando un rebote tras un remate de Mats Hummels que Fabri sólo pudo parar a medias, y en el 88 volvió a marcar a pase de Müller.

De Gea desespera a un gran Sevilla

• Las paradas del portero del United evitaron una goleada y dejan abierta la eliminatoria

No pudo el Sevilla con el muro que construyó David de Gea en la portería del Manchester United, un equipo minimizado de nuevo en el Pizjuán pero capaz de salir casi indemne, sin recibir un solo gol. Lo mereció, y mucho, el equipo de Montella pero De Gea se empeñó en negarle. La eliminatoria se decidirá en Old Trafford.
Nada es fácil en la Champions. Ni siquiera cuando eres superior a tu rival desde el pitido inicial, como le sucedió al Sevilla frente al United, impecable la actitud y el fútbol de los hispalenses. Por momentos, tuvo el pase a cuartos en sus manos, pero las manoplas de De Gea habían decidido que no se moviera el marcador. Se aventuran pocos porteros en el mundo a su nivel ahora mismo.
En varias ocasiones acabó el Sevilla, y todo el Pizjuán, con las manos en la cabeza, desesperado hasta el himno del Arrebato ante las paradas del portero español. La mejor, ante Muriel, cuando agonizaba el primer tiempo. El colombiano remató de cabeza desde el balcón del área pequeña un centro milimétrico de Navas pero la mano que sacó de De Gea está ya en los anales.
No engaña Mourinho, cuya apuesta poco vistosa se vio empañada por Temprana lesion de Ander Herrera. Pogba, suplente de inicio, compareció en el terreno de juego para aportar un poco más de músculo en el centro del campo junto al gigantón McTominay, un futbolista que apunta muchas maneras y que le entra por los ojos al técnico portugués. Pero no había noticias de los red devils en Sevilla. Ausente Alexis, apagado Mata y limitado Lukaku.

Se vació el Sevilla desde el primer minuto hasta la extenuación, abriendo mucho el campo y desplegándose como un abanico de manera muy plástica. Decidían siempre bien los de Montella, capaz tanto de masticar las jugadas como de salir corriendo para sorprender a la defensa del United, casi siempre bien colocada como agrada a su entrenador.
Apenas sacaba la cabeza el conjunto inglés por el Pizjuán. No le quedaba otra que defender. Tampoco tenía ambición para otra cosa, pero es que el Sevilla, además, era un vendaval. Correa desequilibraba a placer. Sarabia se movía como una mosca en verano, incapaz de ser cazado. Y a Muriel le fallaba el punto de mira. Un espectáculo brillante que no se llevó el premio merecido. Como Pulp Fiction en los Oscars.

 

Siempre ha defendido Mourinho que un 0-0 en casa en una eliminatoria es un buen resultado, así que cabe entender que no dará por bueno lo sucedido en el Pizjuán. Claro que el luso es capaz de ir en manga corta en el Polo Norte con tal de no razón la razón a algunos. Sea como sea, el Sevilla dormirá plano tras el esfuerzo. Plano y satisfecho a pesar de la sequía de goles, completar un mejor despliegue ante un equipo como el United resulta difícil de imaginar.
La eliminatoria se decidirá ahora en el Teatro de los Sueños y no se intuye mejor escenario para que el Sevilla sueñe con lograr una gesta. Los de Montella ya saben el camino. Ahora sólo falta derribar el muro de De Gea, que no es poco.

La Roma se complica la vida ante el Shakhtar

El Shakhtar Donetsk derrotó este miércoles a la Roma (2-1) en la ida de octavos de final de la Champions League gracias a una maravillosa segunda parte del conjunto ucraniano en la que remontó el gol inicial de los italianos en un partido fuertemente disputado en el Metalist Stadium de Kharkiv.
El argentino Facundo Ferreyra y el brasileño Fred, alabados por su calidad de juego, fueron los artífices de la remontada. El Shakhtar, líder de la liga ucraniana, llega con ventaja al encuentro que se jugará en el estadio Olímpico el 13 de marzo y decidirá el puesto en los cuartos de final del máximo torneo europeo.

Los goles de Ferreyra y Fred dieron alas al Shakhtar

En los primeros compases del partido, el Shakhtar no tardó en pasearse por la portería de la Roma, con mucho juego por las bandas y creando varias ocasiones de gol. El técnico italiano, Di Francesco, apostó en el inicio por el argentino Perotti y el bosnio Dzeko en la delantera, mientras que Shakhtar salió con cinco de sus talentos brasileños y Facundo Ferreira en la punta del ataque.
Los “mineros” ucranianos desataron la expectación en los primeros minutos con una llegada por la banda izquierda de Kolarov que pasó por el centro raso, lo que obligó a la Roma a tomar la iniciativa. Dzeko tuvo una gran oportunidad con un disparo efectuado a la salida de un córner, pero el balón fue despejado por un paradón del portero ucraniano Pyatov.
Durante los primeros treinta minutos ambos equipos se emplearon con mucha velocidad en sus ofensivas, pero hubo muy poco juego en el centro del campo y los de Fonseca estuvieron imprecisos, sin conseguir rematar con claridad a la portería de Alisson.

 

La Roma, sin embargo, se desató al final de la primera mitad con grandes jugadas de Perotti, que fue el mejor jugador del campo y acentuó la presión contra los ucranianos dejando a sus rivales atrás en varias ocasiones y entregando el balón a Dzeko.
Fue entonces cuando el bosnio vio un pequeño hueco en el área y pasó el balón al extremo turco Ünder, que logró desestabilizar el marcador en el minuto 41 con un gol que desató la euforia entre los aficionados romanos presentes en el Metalist Stadium de Kharkiv. Entre las incidencias, al terminar la primera parte el central ucraniano Kryvtsov se tuvo que ausentar de nuevo -tras cinco meses de baja- por una lesión en la rodilla y fue sustituido por Ordets.

Alisson evitó un marcador peor para la Roma

La evidente superioridad técnica de la Roma condicionó a los de Fonseca, que recobraron fuerzas tras el descanso y le dieron la vuelta al partido ganando ventaja en la segunda parte. La alegría para la afición local llegó en el minuto 53, cuando el argentino Ferreyra se quedó a solas, tras un pase en profundidad desde la defensa, con Manolas, al que recortó para marcar el 1-1.
A partir de ese momento, el portero de la Roma evitó al menos dos grandes ocasiones de gol para los ucranianos, pero los milagros tienen un límite y el guardameta brasileño ya no tuvo opción en el lanzamiento de falta directa de Fred. El extremo brasileño del Shakhtar apuntó, de esta forma, el segundo tanto que le dio la victoria a su equipo en el minuto 71, con un disparo que tocó en el larguero y mandó el balón directo a la escuadra del guardameta Alisson.
En los últimos minutos los italianos acosaron con saques de esquina que murieron en manos de Pyatov y varios intentos desde la frontal de Gerson y Perotti. Fue, sin embargo, el Shakhtar el que pudo marcar el 3-1 en el último suspiro del partido, pero el brasileño Bruno Peres sacó el balón con el pie en la misma línea de gol, evitando el 3-1.